La identidad corporativa es también conocida como imagen corporativa, es el conjunto de aspectos visuales que le dan a una empresa una identidad, una personalidad, un concepto o un estilo propio y definido.La identidad corporativa abarca dos aspectos: los internos y los externos. Los aspectos internos tienen que ver más bien con lo físico, es decir, la forma en que están ubicados los exhibidores, la distribución del mobiliario, los colores de la fachada y de las paredes, la ambientación y la decoración del local. Hay personas que aún no toman en cuenta la importancia de estos aspectos, sin embargo estos pequeños detalles influyen de manera significativa en el desenvolvimiento y comodidad de sus empleados y por supuesto también en la imagen.
Los aspectos externos incluyen el logotipo, la tipografía y los colores de la empresa, los cuales son utilizados en letreros, carteles, folletos, catálogos, tarjetas, páginas web, cartas, email, comprobantes de pago, uniformes, artículos publicitarios, etc.
¿Qué sucede? O ¿Qué ganamos cuando contamos con una identidad corporativa bien definida?
Antes que nada lo primero que vamos a conseguir es que:
-Nuestra empresa sea fácilmente reconocida por los consumidores
-Que vinculen la identidad corporativa con un aspecto positivo; por ejemplo, por la buena atención al cliente.
-Una buena identidad corporativa le va a dar mayor valor o prestigio a su marca.
-Algo más que vamos a conseguir es que las personas lleguen a distinguir visualmente nuestra empresa de la competencia.
La identidad corporativa se compone de gran cantidad de características que necesitan ser clarificadas y estructuradas, incluyendo la orientación, la filosofía y la comunicación.
Algunos vinculan la identidad corporativa con lo que se ve de una organización. En el campo de la comunicación esta noción se ha redefinido hacia la idea de identidad visual, que es la plasmación o expresión visual de la identidad de una organización pero que no es la identidad corporativa de la misma, ¿Qué es lo que significa realmente esto? Por ejemplo: cuando vemos a un señor muy bien vestido, bien limpio y muy elegante, nos imaginamos de inmediato que es una persona seria, inteligente y educada, ¿pero qué sucede cuando tratamos a esta persona y nos damos cuenta que no es para nada educada mucho menos inteligente y para colmo tiene un pésimo vocabulario? Simple y sencillamente esa imagen tan linda que teníamos de él queda por los suelos. Por eso, nuestros zapatos, nuestra ropa y nuestra forma de vestir solo son la expresión visual de nuestra identidad o personalidad, pero ojo, esto, es una parte muy importante para dar una buena impresión a primera vista.
Así mismo sucede en una organización, de nada sirve que ésta tenga un ambiente adecuado, una excelente decoración y el mejor logotipo, si sus empleados no proporcionan una buena imagen.
Algunos autores plantean que la identidad corporativa tiene dos componentes fundamentales que son: la cultura corporativa y la filosofía corporativa.
El primer componente que es la cultura viene a ser el alma de la identidad corporativa, aquello que la organización realmente es. Además es el componente que liga el presente de la organización con su pasado, su evolución histórica hasta el día de hoy, es aquí donde están vinculados los valores, creencias, tradiciones y pautas de conducta. La filosofía, es la mente de la identidad corporativa y representa lo que la organización quiere ser, este componente vincula el presente de la organización con el futuro, por esta razón la filosofía corporativa está compuesta por tres aspectos básicos que son parte también de la identidad corporativa y estos son: la misión, visión y los valores centrales corporativos. La misión corporativa es la definición del negocio o actividad de la organización, esta establece lo que hace la entidad.
La visión corporativa es la perspectiva de futuro de la organización, es el objetivo final de la entidad, con ella se señala a donde se quiere llegar.
Los valores centrales representan él como hace la organización sus negocios, estos son los valores y principios profesionales, es decir, los valores y principios que existen en la entidad a la hora de diseñar, fabricar y distribuir sus productos o servicios.
Todos estos elementos, componentes o aspectos ya mencionados, como el diseño, el logotipo, los colores, la cultura, la filosofía entre otros, forman pare fundamental en la creación de una identidad corporativa, es decir, influyen significativamente en la percepción general que las personas o clientes tienen de nuestra empresa.
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